orondas

De lo absoluto

Dibujo

Tinta, cinta adhesiva, pintura dorada y carbón sobre papel

(21x29 cm)

2014

 

La anunciación

Engraving

methacrylate plate 1/5

(25x35 cm)

2014

 

Las Orondas son un símbolo, la base de un discurso artístico que nace hace algo más de dos años de una manera totalmente sincera, siguiendo un proceso natural, sin otra presión que el progreso personal. El término Oronda, según la R.A.E., puede responder bien a una persona gruesa, bien a una persona orgullosa de sí misma, entre sus múltiples acepciones. Jugamos pues con ese doble sentido, relacionando la significación referida a las características físicas con aquellos atributos más trascendentales. Así, optamos por la utilización de un cuerpo corrupto, anti-atlético, para plasmar el pensamiento, la razón, lo místico.

 

"Mi objetivo es no caer en la Belleza convencional, intentando mostrar esas 'nuevas fealdades' a través de dos realidades aparentemente distintas, el interior y el exterior" (Kandinsky, Lo espiritual en el arte,1911, pág. 41). La historia de la fealdad es decididamente más interesante que la historia de la belleza. Por esa razón, y contrariamente a lo que la tradición pictórica acostumbra, no se trata de hacer un retrato emocional o intelectual del personaje en concreto, de representar una mirada o un desnudo. Se aspira a reducir lo anecdótico para engrandecer lo substancial, idealizando el cuerpo de una manera distinta y personal.

 

Otra de las características a resaltar es la eliminación de la cabeza, lo cual servirá para enfatizar la idea de que lo intelectual y lo espiritual pueden expresarse por medio de lo corporal. Si ésta se representara, estaríamos dando pie a interpretaciones erróneas, ya que en nuestra cultura la cabeza se asocia automáticamente a lo racional y el cuerpo perdería fuerza tanto visualmente como conceptualmente.

 

No obstante, en ocasiones, se sustituye la parte que ocuparía el cráneo añadiendo figuras relacionados con la religión o la geometría. Comienzo a vaciar y a perfilar la imagen de las personas dentro de su propio espacio, despojándolas de su identidad y creando anonimato. Se produce la negación de la identidad mediante símbolos abstractos en lugar del rostro, lo que hace que el cuerpo o el contexto adquiera preponderancia sobre el retrato.